Federico fortaleció sus fuerzas con fécula de fiambre. Fue a la ferretería de la feria, se flageló ferozmente con un foco. Quedó feliz, feo, fauto, famélico como un farol. Al pasar por la facultad no pudo distinguir un feto de un fierro, una flecha de una flema, un fiscal de un físico. Federico, el flaco flácido, fingió sentirse feliz al ver el flequillo de la foca fofa de un folleto, encontró un fósil en la fosa de un fotógrafo, donde una frambuesa floreció frente al fresco frío de esa noche.
Federico fue a fumigar sus felonías con una flauta finita y la frambuesa florecida en el fresco frío de esa noche fantástica, y fue feliz.
Lucía Barrio
Fauto: necio.
Es el mejor jajajaja
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