lunes, 29 de marzo de 2010

Cinco minutos antes: Deme otro - Luis María Pescetti

Al finalizar el horario de clases llega una madre a buscar a su hijo. La intercepta la maestra, que trae al niño de una mano.
—Señora, hoy Fernando se portó fatal.
—¿¡Otra vez!?
—Pero fatal, fatal… no hace caso, contesta, se burla de los compañeros…
—Pues, entonces, déme otro.
—¿¡Cómo que “otro”!? ¿Otro niño?
—Sí, porque tampoco sé qué hacer.
—Pero, es que no puede ser.
—Con su padre ya le dijimos (mirando al niño), pero si él no quiere hacer caso… Qué, ¿no hay más niños?
—Es que no se trata de eso, la escuela está llena de niños…
—Pues cámbiemelo y listo.
—(Dubitativa). No, pero…
—Casi mejor pruebo con una niña, estoy pensando.
—Es que se me desordena todo, señora, luego vendrá la madre de la niña…
—Pero yo llegué primero.
—Sí, ya sé, pero luego se quejan, no se crea. Y además (señala con la cabeza al niño) es pasarle el problema a otra familia.
—No, porque así aprende, para la próxima lo va a pensar.
—¿Y si no lo quiere nadie?
—¿¡Pero qué dice!? ¿Cómo no lo van a querer si es un niño precioso?
—Precioso sí que es, pero se porta…
—Ah, ¿y qué pretende? ¿Que me lo lleve yo?
—No, si no digo eso.
—Hay que hacer algo, maestra, hay que poner límites, si no van de peor en peor.
—Bueno, ¿y cuál quiere?
—Una niña, ¿no le digo? (mira hacia el patio). Aquélla, la que está saltando.
—¡Elena! ¡Recoge tus cosas que te vas con la señora que será tu madre!
—¡Uf! (la niña con evidente fastidio), ¡estoy jugando!
—¡Ala! ¡Vamos! Sin protestar, mira qué primera impresión más fea le vas a dar a la señora.
La niña, resoplando contrariada por la interrupción del juego, va al salón.
—¿No será peor que éste, no? (la madre, preocupada).
—¡Qué va! Es un ángel, lo que ocurre es que estaba jugando; los niños son así.
Llega la niña con su mochila.
—¿Vamos a casa, Elenita?
—¿Y hay tele?
—(La maestra y la madre sueltan una risa). ¡Claro que hay tele! Y un perro muy hermoso, que a Fernando le gustaba mucho, ¿verdad, Fernando?
—… (el niño, con la mirada baja, asiente).
—¡Qué lindo! ¡Nunca tuve un perro porque mis papás no me dejaban!
—Pues vamos a casa, que ya tienes uno. Y tú, Fernando, pórtate bien con tu nueva familia y nos vienes a visitar cuando quieras, ¿sí?
El niño asintió otra vez, sin levantar la mirada. La madre saludó amablemente a la maestra. Ésta se despidió de Elena con un beso y dio vuelta hacia el patio, con Fernando de la mano.

Luis María Pescetti
En: “Nadie te creería”

Cinco minutos antes: El amenazado - Jorge Luis Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?.
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto).
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Jorge Luis Borges (1899 – 1986)

domingo, 14 de marzo de 2010

Cinco minutos antes: 1 - Oliverio Girondo

1

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Oliverio Girondo

Animación del comienzo del poema con la voz de Darío Grandinetti:


Cinco minutos antes: Bendición de dragón - Maldición de dragón: Gustavo Roldán



Bendición de dragón

Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estás solo en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.

Maldición de dragón

Que tengas comida hasta sentirte harto todos los días de tu vida.
Y que vivas muchos años.
Que nunca te falten ni el agua ni la luz. Que los senderos sean suaves cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus caminos sean suaves cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte. Que ningún dolor te hiera en el costado. Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda sin siquiera con su gesto. Que tengas todo lo que se puede desear por largos, larguísimos años.
Pero que te falte el amor.


Gustavo Roldán (argentino – 1935)
De Dragón. Editorial Sudamericana. Bs. As. 2006

sábado, 13 de marzo de 2010

¡Avanti!



¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!

¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

¡Molto piu Avanti!

Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;

Los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos,... ¡sobrantes!

¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡nunca sigas impulsos compasivos!
¡ten los garfios del Odio siempre activos
los ojos del juez siempre despiertos!

¡Y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!

¡Molto piu Avanti ancora!

El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado.

No digas tu verdad ni al más amado,
no demuestres temor ni al más temido,
no creas que jamás te hayan querido
por mas besos de amor que te hayan dado.

Mira como la nieve se deslíe
sin que apostrofe al sol su labio yerto,
cómo ansia las nubes el desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe...

¡Trema como el infierno, pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!

¡Moltíssimo piu Avanti ancora!

Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras.

No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones
lo mismo que dos plácidos horteras;

Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...

¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula!

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)

Soneto

No admito que se pueda destruir
la unión fiel de dos almas,
no es amor el amor que no logra subsistir
o se amengua, al herirle el desamor.

El amor verdadero es tan constante
que no hay nada que pueda reducirlo.
Es la estrella de toda barca errante
cuya altura se mide, no su brillo.

No es juguete del tiempo
aunque los labios y mejillas dobléguense a su suerte,
no alteran del tiempo los agravios

pues su reino no acaba con la muerte
Y si eso es falso, y fuera en mí probado
ni yo he amado jamás, ni nadie ha amado.







Poema 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llena de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

Escuchá el poema en la voz de Omar Cerasuolo:

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;

Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar

Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;

Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear

Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;

Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;

Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;

Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni (biografía)




Deseo

Sólo tu corazón caliente,
y nada más.

Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras,

con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estrella que quiere
ser hoja.

Una enorme luz
que fuera
luciérnaga
de otra,
en un campo
de miradas rotas.

Un reposo claro
y allí nuestros besos,
lunares sonoros
del eco,
se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
nada más.

Federico García Lorca

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.




Mario Benedetti



Escuchá el poema recitado por el autor:

Quien fuera

Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio
quién fuera Ali Baba
quién fuera el mítico Simbad
quién fuera un poderoso sortilegio
quién fuera encantador

Estoy buscando una escafandra
al pie del mar de los delirios
quién fuera Jaques Causteau
quién fuera Nemo el capitán
quién fuera el batiscafo de tu abismo
quién fuera explorador

Corazón, corazón oscuro
corazón, corazón con muros
corazón que se esconde
corazón que esta donde
corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor

Estoy buscando melodías
para tener como llamarte
quién fuera ruiseñor
quién fuera Lennon y McArtney
Sindogar hay Violeta, Chico Buarque
quién fuera tu trovador

Corazón, corazón oscuro
corazón, corazón con muros
corazón que se esconde
corazón que esta donde
corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor

Corazón, corazón…


Silvio Rodríguez





Soneto

Por qué me descubriste en mi abandono
con qué tortura me arrancaste un beso
Por qué me incendiaste de deseo
si yo estaba tan bien muerta de sueño

Con qué mentira abriste mi secreto
de qué romance antiguo me robaste
con qué rayo de luz me iluminaste
si yo estaba tan bien muerta de miedo

Por qué no me dejaste adormecida
y me indicaste el mar donde navego
y me dejaste sola sin salida

por qué dejaste aquel lugar vacío
con qué derecho cambiaste mi vida
si yo estaba tan bien muerta de frío

Chico Buarque (biografía)

Esta pena mía

Esta pena mía
no tiene importancia,
sólo es la tristeza de una melodía
y el último ensueño de alguna fragancia.

Que todo se muere,
que la vida es triste,
que nunca vendrás por más que te espere,
que ya no me quieres como me quisiste...

no tiene importancia...
y soy razonable;
no puedo pedirte ni amor ni constancia
¡si es mía la culpa de no ser tan variable!

¿Qué valen mis quejas
si no las escuchas,
y qué mis caricias, desde que las dejas
quizás despreciadas porque fueron muchas?

Si esta pena mía
no es más que el ensueño de alguna fragancia,
no es más que la sombra de una melodía...
Ya ves que no tiene ninguna importancia.

Pedro Miguel Obligado (biografía)

Un amor es un amor

Un amor es un amor
si puede derribar paredes.
Un amor es un amor
si hace contigo lo que quiere.

Un amor es un amor
si te han herido justo al medio.
Un amor es un amor
si piensas que ya no hay remedio.

Un amor es un amor
si está rondando la locura
y se vuelve una obsesión
vivir a oscuras, siempre a oscuras.

Un amor es nuestro amor
que puede derribar montañas
tan ardientes como el sol
y claro como el agua clara.

Un amor es nuestro amor
es sueño, es ilusión y es celo,
es entrega y comunión
es la imaginación al vuelo.

Un amor es nuestro amor
como un gran ventanal abierto.
Un amor es nuestro amor
entero, visceral, y es cierto.

Alberto Cortez (biografía)

Vuelo

Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.

Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.

Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.

Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otros como el granizo grave.

Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.

Triste instrumento alegre de vestir: apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.

No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.

Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de batirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.

Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. El cielo se eleva. El aire mueve.


Miguel Hernández (biografía)

Como tinaja

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.



Gioconda Belli (biografía)







Si mis manos pudieran deshojar









Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!




Federico García Lorca

Poema 5

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte

para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Pablo Neruda

Rostro de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostro de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primera de cambio
y de último vagón

tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor

sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición

mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada

las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada

ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada.


Mario Benedetti

En la voz de Darío Grandinetti en "El lado oscuro del corazón" - Eliseo Subiela (1992)



Aromas

Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.

Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.

Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.

Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.

Baldomero Fernández Moreno (biografía)





¿No has sentido en la noche...?

¿No has sentido en la noche
cuando reina la sombra,
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?

¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca?
¿Ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?

¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?

Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa,
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.

Gustavo Adolfo Bécquer (biografía)

Si el amor se cae

No es muy claro el cielo
y está cerca este desierto
no hay amor en el diario de hoy
si perdiste la pasión en un remate de dolor
a destiempo va ese corazón.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Siento un cambio adentro que se aproxima
aunque entiendo al que resigna
pero alcanzo al que camina.

Tengo bronca, tengo tiempo
por eso canto, no creo el cuento
resisten vidas, las siento mías... me inspiran.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Los palos, las balas, todo eso que me mata
es la soledad, es el hambre en nuestra casa.
La corrupción es alimento de los dueños
que te mata si pensás y envenena la verdad.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Los Cafres (biografía)







Te quiero por todas las mujeres que conocí


Te quiero por todas las mujeres que conocí
Te quiero por todos los tiempos que no viví
Por el olor de alta mar
Por el olor de pan caliente
Por la nieve hecha agua para la primera flor
Por el animal puro que no le teme al hombre
Te quiero por querer
Te quiero por todas las mujeres que no quiero.

Te quiero por tu serenidad que no es la mía
Por la salud
Te quiero contra todo lo que es sólo ilusión
Para este corazón inmortal que no tengo
Crees ser la duda sólo eres la razón
Eres ese gran sol que se me sube a la cabeza
Cuando estoy seguro de mí.

Paul Éluard (biografía)









Voces del tiempo

Voces del tiempo
llegan, invaden tu interior
tantos solos
un cuento más ingrato de dolor
para qué fingir
siendo tan difícil estar solo
ya ha llegado el tiempo
la sangre dejará de correr a ríos
vas a salir, vas a encontrar tu voz
nada se logra con tu violencia, ni se logrará
me pierdo en el aire
como lágrima que triste cae al río
si yo me encierro
si no te llamo es que no puedo más
llora la lluvia, se moja el recuerdo y la brisa se llena de ti
vas a salir, vas a encontrar tu voz
perdón, de frente voy
de otra manera no sería yo
la verdad es que el tiempo no nos ha hecho bien
nada iguala lo que quiero yo de ti.

No te va a gustar

Bocas

¿Dónde empieza la boca?
¿en el beso?
¿en el insulto?
¿en el mordisco?
¿en el grito?
¿en el bostezo?

¿en la sonrisa?
¿en la amenaza?
¿en el gemido?

que te quede bien claro
donde acaba tu boca
ahí empieza la mía.



Mario Benedetti

Rabo de nube

Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.



Silvio Rodríguez

Llevo tu corazón conmigo

Llevo tu corazón conmigo
lo llevo en mi corazón
nunca estoy sin él.
A donde quiera que voy vas tú mi amor.
Y aquello que hago yo sola
es gracias a ti, mi cielo.
No le temo al destino
ya que tú eres mi destino, cariño.
No quiero ningún mundo porque hermosa
tú eres mi mundo, mi bien.
Este es el secreto más profundo que nadie conoce...
Esta es la raíz de la raíz
Y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida
que crece más alto de lo que el alma pueda esperar... o la mente ocultar
Es la maravilla que mantiene las estrellas separadas
Llevo tu corazón
Lo llevo en mi corazón.

Edward Estlin Cummings (biografía)





















Les recomiendo ver la película "En sus zapatos" (2005). En una escena el personajes de Camerón Díaz recita este poema.

Rompecabezas

Y es que fueron, fueron tus abrazos
que como sablazos me hicieron pedazos.
Afiladas fueron tus miradas,
quedé destrozada y en llanto inundada.
Roja y loca la flama de tu boca
me quemó y apagarme me toca.

Empiezo una nueva vida,
un rompecabezas que tendré que armar.
Bien lejos, lejos de su influjo,
de esa cruel fragancia, que invadió mi ser.

De la maleza surgieron tus promesas,
germinando tristeza en mi cabeza.
Tu bajeza, me tomó por sorpresa
para lastimar tienes mucha destreza.
Qué delicia fueron tus caricias,
mala noticia, eran pura malicia.

Empiezo una nueva vida,
un rompecabezas que tendré que armar.
Bien lejos, lejos de su influjo,
de esa extravagancia que torció mi fe.

Ya no quiero ir hacia usted corriendo.
Ya no quiero más gritar su nombre.

Bien lejos, lejos de su influjo
de la casi muerte que fue su querer.

Aterciopelados

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda.

Escuchá el poema en la voz de Omar Cerasuolo:

Toma también mis ojos...



Toma también mis ojos,
la decisión de fecha escurridiza
y llévame a aprender tierra de nadie
o inciertas geografías.

Toma el camino túnel o imán de mi memoria.
Enséñame a mirar senderos, nubes,
nervaduras, metáforas.

El espacio reiterado del deseo
en su mapa de arterias no resuelve
el crucigrama de mi nombre.




Amalia Iglesias Serna





Cielo de un solo color

Cuantas lunas que se van
y nosotros esperando
que despierte el corazón
que parece estar quebrado
Todo el tiempo que pasó
no me aleja de tu lado
Cielo de un solo color
que me sigue enamorando
Hay algo que sigue vivo
nos renueva la ilusión
y en el último suspiro
El momento ya llegó
con los dientes apretados
cielo de un solo color
en el alma está guardado
Vida, que vida pobre
vivirla en este lugar
Qué saben, qué saben ellos
que no le pueden cantar
Hay algo que sigue vivo
nos renueva la ilusión
y en el último suspiro
Ay, celeste regalame un sol.

No te va a gustar

El Espejo de Agua



Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.

Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.

Es un estanque verde en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.

Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.

De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.


Vicente Huidobro (biografía)




Cosa linda

Cosas buenas tiene el hombre
y a veces no las sabe disfrutar
y se amarga por las voces
que le dicen que no puede progresar
y se siente lastimado
por lo poco que le importa a los demás
y se siente defraudado
si no tiene a quien juzgar
cosa linda me trajo la vida
que no necesito más
no le importa si tengo plata o si no
y no deja de cantar
quiere estar en la ventana
y le dice al que sea dejame bailar
que le preste la guitarra
y no sabe la alegría que me da


No te va a gustar

viernes, 12 de marzo de 2010

No por amor

No por amor, no por tristeza,
no por lo nueva soledad:
porque he olvidado ya tus ojos
hoy tengo ganas de llorar.
Se va la vida deshaciendo
y renaciendo sin cesar:
la ola del mar que nos salpica
no sabemos si viene o va.
La mañana teje su manto
que la noche destejerá.
Al corazón nunca le importa
quién se fue sino quién vendrá.
Tú eres mi vida y yo sabía
que eras mi vida de verdad,
pero te fuiste y estoy vivo
y todo empieza una vez más.
Cuando llegaste estaba escrito
entre tus ojos el final.
Hoy he olvidado ya tus ojos
y tengo ganas de llorar.



Antonio Gala

Amor de perros

La vi pasar, tan altanera
La oí cantar, a su manera
Tenía esa luz, en la mirada
Sus piernas cortaban las lenguas del sol

Todo eso fue tan suficiente
Y sin pensar enfrente me cruce
Casi sin vos, mostré los dientes
Y del caribe el perfume llego

Noche de amor, suburbio y luna
Lejos del dueño de tus ojos lejos
Yo no me explico por que estas con el

Porque hay un corazón que se parte
Cuando te vas a ninguna parte
Cuando vos sabes que tu lugar esta aquí
Aquí, junto a mí

Hoy caminabas en cámara lenta
Cuando mordí esa rosa a tus piernas
Y me ignorante en forma tan violenta
Y si me viste fingiste no ver

Porque hay un corazón que se parte.
Noche de amor, suburbio y luna
Porque hay un corazón que se parte.
Sombras en sombras no se dejan ver
Porque hay un corazón que se parte,
lejos del dueño de tus ojos lejos
Porque hay un corazón que se parte.
yo no me explico por qué estás con él.

Los Piojos



Te quiero

Te quiero...
y me mueves el tiempo de mi vida sin horas.

Te quiero
en los arroyos pálidos que viajan en la noche,
y no termina nunca de conducir estrellas a la mar.

Te quiero
en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos
que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas
donde nadaban tristes, tu voz y mi canción.

Te quiero
en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño
en el cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica,
en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose.

Te quiero
(grito de noche blanca...)
en el insomnio reflexivo
de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu.

Te quiero...
Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas,
y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen
desde el punto inocente donde soy yerba y trino.

Julia de Burgos

Lovers Go Home!

Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.

Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.

Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.




Mario Benedetti

Barriletes



Estaciones de desilusión
Barriletes de mi corazón
Divagando sin buena razón
Vuelvo al primer amor
Garabatos de mi anotador
Recordando el tono de tu voz
Evocando tu forma de ser
Una niña en frasco de mujer
Pero cuando sopla el viento sur
Me arrastro hasta tu latitud
Y te busco en el fondo de un bar
O en las calles de cualquier ciudad
Barriletes de desilusión
Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?
Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada más
Pasa el tiempo y te idealizo más
Con tus besos de virginidad
Chocolates en tu delantal
Cruzando el parque Lezama vas
Cómo flota esta sensación
Se parece a ese planeador
Sin embargo todo es ilusión
Un fantasma en plena transición
Y no alcanza la brisa de hoy
A empujarte hasta donde estoy
Se precisa más que un huracán
Una especie de gran aluvión
Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada más
Estaciones de reconstrucción
Barriletes de mi corazón
Enganchados a un poste de luz
Como aquel divino sueño azul
Barriletes de desilusión
Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?
Barriletes de desilusión
Barriletes de desilusión


Voy hacia ti como una rosa viva

Voy hacia ti como una rosa viva
deshojada en distancias y en esperas...
No lo sabes aún. Y no aceleras
el encuentro en la hora decisiva.

Voy hacia ti con precisión altiva
y antes que yo -oscuras mensajeras
del porvenir- las grises hilanderas
van tejiendo la trama fugitiva.

Estás en mí. Y no eres el culpable:
algo de tu presencia indescifrable
me dilata en las venas el latido

y se estira en mi piel con grave alarde.
Mis pájaros se alargan en la tarde
y todo es tan perfecto, que ya ha sido.

Julia Prilutzky


Me la juego a morir

Vivo por vos, más que por mí.
Por un “te quiero”, me la juego a morir
y no lo puedo decir.
Fui contra un puño con mi nariz
para mi orgullo, otra cicatriz.
Y no lo puedo decir.

Agaché mi cabeza y, me fui con la certeza
de que un hombre puede morir por amor.
Y te queda sonando un malambo en el mate
si alguien te patea, si alguien te patea.

Sin talismán, voy a un mar sin fin
y a ningún lado, si no me dices "sí".
Y no lo puedo decir.
Otro camino, nos queda por seguir,
habrá algo más fuerte que podamos sentir.
Hoy, no te lo puedo decir.

Por un “te quiero” me la juego a morir,
y no lo pude decir.

Gustavo Cordera.

Mi aliento

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Nunca dije ser perfecto
hoy no te bancás ni mi más mínimo defecto.

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Hay lugares en los que
realmente no quiero estar.
Hay momentos que
realmente no quiero vivir.

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Siempre quise ser perfecto
hoy sé que ese es mi mayor defecto.


Los Cafres

Por saber tuyo el vaso en que bebías

Por saber tuyo el vaso en que bebías,
una tarde de junio lo rompiste.
Bebió la tierra el agua, limpia y triste,
y ahora tienes la sed que no tenías.

Quizá otra vez vendrán tus buenos días
y bebas sin mirar, como bebiste.
O quizá el vaso en el que te ofreciste
otras manos lo quiebren, no las mías.

Igual que el que de noche se despierta
y busca cerca el agua preparada,
te buscó a tí mi voz y no escuchaste.

Pon a tu corazón desde hoy alerta:
no nieguen a tu sed enamorada
el mismo sorbo aquel que derramaste.




Antonio Gala (biografía)




Vivir

Lleva el placer al dolor
y el dolor lleva al placer;
¡vivir no es más que correr
eternamente alrededor
de la esfinge del amor!

Esfinge de forma rara
que no deja ver la cara...;
mas yo la he visto en secreto,
y es la esfinge un esqueleto
y el amor en muerte para.




Ángel Ganivet (biografía)


Vivir sin aire

Cómo quisiera poder vivir sin aire
Cómo quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría quererte un poco menos.
Cómo quisiera poder vivir sin ti

Pero no puedo, siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.

Cómo quisiera poder vivir sin aire
Cómo quisiera calmar mi aflicción
Cómo quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría robar tu corazón.

¿Cómo pudiera un pez nadar sin agua?
¿Cómo pudiera un ave volar sin alas?
¿Cómo pudiera la flor crecer sin tierra?
Cómo quisiera poder vivir sin ti.

Pero no puedo, siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.

Cómo quisiera...

Cómo quisiera lanzarte al olvido
Cómo quisiera guardarte en un cajón
Cómo quisiera borrarte de un soplido
Me encantaría matar esta canción.

Niña Pastori


En mi habitación tejo el viento


En mi habitación tejo el viento.
Ignoro si son remotas mis lágrimas
o si están guardadas al lado de amarillas fotografías,
junto a dedales y agujas que sollozaron.

Cavilo uniendo las puntas de la aguja con la lana.
Desatiendo la espera.
Tejo y olvido.

De pronto pierdo el punto
y un agujero se deshace sobre el sillón
y mis manos.
Quedo entrelazada toda
en un ovillo de amor y lumbre.

No sé
si tejo para esperarte
o si trazo en círculos
el viento
y mi mortaja.




Mia Gallegos




Pintura Van Gogh - Room at Arles, 1889

Tengo la boca amarga

Tengo la boca amarga y no he mordido;
el alma, atroz, y la canción, tronchada.
No sé qué fuerza traigo en la mirada,
ni qué traigo en mi cuello, de vencido.

No sé ni cómo ni por qué he venido.
Esto es todo: llegué; no sé más nada.
No me importa el quehacer ni la jornada,
y me da igual herir que ser herido.

La sangre, a punto, se impacienta y arde
por inundar la alcoba a la que vine,
donde fui tan feliz que fui cobarde.

Sólo pido al amor que no se obstine.
Me sentaré a su orilla cualquier tarde
para que alguien, de paso, me termine.




Antonio Gala

Difícil

El heredero al trono ruso
tiene hemofilia Rasputín
aparece para curarlo
un gran pez.
Y Plaza constitución
peleando los puestos de pié
apago la televisión,
adivinen qué pienso.

Es tan difícil olvidar tu sensación
como tu piel, nena no hay como tu olor
es tan difícil, todo vuelve a empezar
sólo te pido nena otra oportunidad.
Y voy besando tu recuerdo en el dolor
y vas buscando una sonrisa alrededor
nada tiene sentido nada para mí,
no, no me interesa nena, si no estás aquí.

Y camino en el dolor,
anestesiado y sin razón.

Es tan difícil olvidar tu sensación
estoy llorando como un chico en un rincón
desesperado quiero abrazarte otra vez,
quiero contarte todo lo que habrá después.

Nada para hacer
solo,
nada para hacer
solo
nada para hacer
si no estas, si no estas acá

Una ilusión,
se necesita siempre una ilusión.
Una pasión,
se necesita siempre una pasión.


Los Piojos

Escucha el poema cantado:





Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo

Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo
quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro.
Una vez será tarde.
Yo presiento
esa herida que avanza,
ese cierto dolor de no querernos.
Cómo decirte ahora:
mírame aún, así, trata de verme
como soy, duramente.
Con mi ternura. Claro, y mis tormentas.
Cómo decirte: sálvalo, si quieres
y cuídalo. Se te ha ido de las manos,
se me va de la sangre y no regresa.
Cómo decirte que te quiero menos
y que quiero quererte como entonces.
Y que entiendas
y no te encierres más.
Y me dejes creer en ti, de nuevo.
Cómo decirte nada.
Un día será tarde. Tarde y lejos.




Julia Prilutzky

Vuelvo a la noche




De pronto vuelvo
a la noche
con mis zapatos de agua.

Me desnudo
en el lento
ejercicio de mis manos
y busco
solamente
un objeto mío,
un pequeño barco,
un cometa,
un circo de inventadas cosas,
figuras cotidianas,
tuyas y mías,
que amo.

Pero sé
que de pronto
me vuelvo inaccesible
y vuelvo a ser silencio
y llama oscura,
donde mi barco
se escapa de tu orilla.






Mia Gallegos (biografía)








Me gusta como eres

Como una barca de papel que cuando se moja se hunde,
como una manzana que al morder la cabeza me confunde,
como una veleta que se mueve y al viento no obedece,
me gusta como eres.

Como una balanza que mide el tiempo, la soledad y el silencio,
como un agujero en el cielo por donde se van los sueños,
como esa cesta que tanto cuesta llenar y que se vacía al momento,
me gusta como eres.

Como una herida en el corazón que no me duele,
me gusta como eres.
Como una ventana que al cerrar deja correr el aire,
una niña, una madre, una mujer en mi vida.

Como una nube cargada de agua que moja la tierra seca,
como la manta que me protege cuando el invierno llega,
como la vela que se prende y me rescata de la oscuridad,
me gusta como eres.

Como esa calle que siempre me lleva a ese sitio al que quiero llegar,
como ese bar en la carretera en el que me paro a descansar,
como la península sin bandera en la que me siento libre,
me gusta como eres.




Jarabe de Palo


Dulca compañía

Hoy sólo quiero silencio
no quiero nada cambiar,
quiero quedarme tranquila
y saborear esta paz.

Tengo un momento de calma
siento el peso ceder
de esta vida enredada
la deshizo y el porque.

Nada que venga de afuera
me puede hacer mas feliz,
como sentir tu mirada
tranquila sobre mi.

eres dulce compañía, y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves
eres dulce compañía y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves

quiero quedarme sentada
ver tu silueta volver
quiero enredarme en tus manos y sentir tu piel
no puedo explicarlo
como es que pudiste entrar
mi corazón cansado, no quería ya dar más

nada que venga de afuera
me puede hacer mas feliz,
solo sentir tu mirada
tranquila sobre mi

me siento florecer

eres dulce compañía, y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves
eres dulce compañía y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tú me ves

eres dulce compañía.

Julieta Venegas


lunes, 29 de marzo de 2010

Cinco minutos antes: Deme otro - Luis María Pescetti

Al finalizar el horario de clases llega una madre a buscar a su hijo. La intercepta la maestra, que trae al niño de una mano.
—Señora, hoy Fernando se portó fatal.
—¿¡Otra vez!?
—Pero fatal, fatal… no hace caso, contesta, se burla de los compañeros…
—Pues, entonces, déme otro.
—¿¡Cómo que “otro”!? ¿Otro niño?
—Sí, porque tampoco sé qué hacer.
—Pero, es que no puede ser.
—Con su padre ya le dijimos (mirando al niño), pero si él no quiere hacer caso… Qué, ¿no hay más niños?
—Es que no se trata de eso, la escuela está llena de niños…
—Pues cámbiemelo y listo.
—(Dubitativa). No, pero…
—Casi mejor pruebo con una niña, estoy pensando.
—Es que se me desordena todo, señora, luego vendrá la madre de la niña…
—Pero yo llegué primero.
—Sí, ya sé, pero luego se quejan, no se crea. Y además (señala con la cabeza al niño) es pasarle el problema a otra familia.
—No, porque así aprende, para la próxima lo va a pensar.
—¿Y si no lo quiere nadie?
—¿¡Pero qué dice!? ¿Cómo no lo van a querer si es un niño precioso?
—Precioso sí que es, pero se porta…
—Ah, ¿y qué pretende? ¿Que me lo lleve yo?
—No, si no digo eso.
—Hay que hacer algo, maestra, hay que poner límites, si no van de peor en peor.
—Bueno, ¿y cuál quiere?
—Una niña, ¿no le digo? (mira hacia el patio). Aquélla, la que está saltando.
—¡Elena! ¡Recoge tus cosas que te vas con la señora que será tu madre!
—¡Uf! (la niña con evidente fastidio), ¡estoy jugando!
—¡Ala! ¡Vamos! Sin protestar, mira qué primera impresión más fea le vas a dar a la señora.
La niña, resoplando contrariada por la interrupción del juego, va al salón.
—¿No será peor que éste, no? (la madre, preocupada).
—¡Qué va! Es un ángel, lo que ocurre es que estaba jugando; los niños son así.
Llega la niña con su mochila.
—¿Vamos a casa, Elenita?
—¿Y hay tele?
—(La maestra y la madre sueltan una risa). ¡Claro que hay tele! Y un perro muy hermoso, que a Fernando le gustaba mucho, ¿verdad, Fernando?
—… (el niño, con la mirada baja, asiente).
—¡Qué lindo! ¡Nunca tuve un perro porque mis papás no me dejaban!
—Pues vamos a casa, que ya tienes uno. Y tú, Fernando, pórtate bien con tu nueva familia y nos vienes a visitar cuando quieras, ¿sí?
El niño asintió otra vez, sin levantar la mirada. La madre saludó amablemente a la maestra. Ésta se despidió de Elena con un beso y dio vuelta hacia el patio, con Fernando de la mano.

Luis María Pescetti
En: “Nadie te creería”

Cinco minutos antes: El amenazado - Jorge Luis Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?.
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto).
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Jorge Luis Borges (1899 – 1986)

domingo, 14 de marzo de 2010

Cinco minutos antes: 1 - Oliverio Girondo

1

No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

Oliverio Girondo

Animación del comienzo del poema con la voz de Darío Grandinetti:


Cinco minutos antes: Bendición de dragón - Maldición de dragón: Gustavo Roldán



Bendición de dragón

Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estás solo en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor, no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.

Maldición de dragón

Que tengas comida hasta sentirte harto todos los días de tu vida.
Y que vivas muchos años.
Que nunca te falten ni el agua ni la luz. Que los senderos sean suaves cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus caminos sean suaves cuando los camines.
Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte. Que ningún dolor te hiera en el costado. Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda sin siquiera con su gesto. Que tengas todo lo que se puede desear por largos, larguísimos años.
Pero que te falte el amor.


Gustavo Roldán (argentino – 1935)
De Dragón. Editorial Sudamericana. Bs. As. 2006

sábado, 13 de marzo de 2010

¡Avanti!



¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!

¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

¡Molto piu Avanti!

Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;

Los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos,... ¡sobrantes!

¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡nunca sigas impulsos compasivos!
¡ten los garfios del Odio siempre activos
los ojos del juez siempre despiertos!

¡Y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!

¡Molto piu Avanti ancora!

El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado.

No digas tu verdad ni al más amado,
no demuestres temor ni al más temido,
no creas que jamás te hayan querido
por mas besos de amor que te hayan dado.

Mira como la nieve se deslíe
sin que apostrofe al sol su labio yerto,
cómo ansia las nubes el desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe...

¡Trema como el infierno, pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!

¡Moltíssimo piu Avanti ancora!

Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras.

No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones
lo mismo que dos plácidos horteras;

Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...

¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula!

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)

Soneto

No admito que se pueda destruir
la unión fiel de dos almas,
no es amor el amor que no logra subsistir
o se amengua, al herirle el desamor.

El amor verdadero es tan constante
que no hay nada que pueda reducirlo.
Es la estrella de toda barca errante
cuya altura se mide, no su brillo.

No es juguete del tiempo
aunque los labios y mejillas dobléguense a su suerte,
no alteran del tiempo los agravios

pues su reino no acaba con la muerte
Y si eso es falso, y fuera en mí probado
ni yo he amado jamás, ni nadie ha amado.







Poema 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llena de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

Escuchá el poema en la voz de Omar Cerasuolo:

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;

Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar

Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;

Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear

Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;

Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;

Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello; no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelva a encontrar;

Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni (biografía)




Deseo

Sólo tu corazón caliente,
y nada más.

Mi paraíso un campo
sin ruiseñor
ni liras,

con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda,
ni la estrella que quiere
ser hoja.

Una enorme luz
que fuera
luciérnaga
de otra,
en un campo
de miradas rotas.

Un reposo claro
y allí nuestros besos,
lunares sonoros
del eco,
se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
nada más.

Federico García Lorca

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.




Mario Benedetti



Escuchá el poema recitado por el autor:

Quien fuera

Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio
quién fuera Ali Baba
quién fuera el mítico Simbad
quién fuera un poderoso sortilegio
quién fuera encantador

Estoy buscando una escafandra
al pie del mar de los delirios
quién fuera Jaques Causteau
quién fuera Nemo el capitán
quién fuera el batiscafo de tu abismo
quién fuera explorador

Corazón, corazón oscuro
corazón, corazón con muros
corazón que se esconde
corazón que esta donde
corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor

Estoy buscando melodías
para tener como llamarte
quién fuera ruiseñor
quién fuera Lennon y McArtney
Sindogar hay Violeta, Chico Buarque
quién fuera tu trovador

Corazón, corazón oscuro
corazón, corazón con muros
corazón que se esconde
corazón que esta donde
corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor

Corazón, corazón…


Silvio Rodríguez





Soneto

Por qué me descubriste en mi abandono
con qué tortura me arrancaste un beso
Por qué me incendiaste de deseo
si yo estaba tan bien muerta de sueño

Con qué mentira abriste mi secreto
de qué romance antiguo me robaste
con qué rayo de luz me iluminaste
si yo estaba tan bien muerta de miedo

Por qué no me dejaste adormecida
y me indicaste el mar donde navego
y me dejaste sola sin salida

por qué dejaste aquel lugar vacío
con qué derecho cambiaste mi vida
si yo estaba tan bien muerta de frío

Chico Buarque (biografía)

Esta pena mía

Esta pena mía
no tiene importancia,
sólo es la tristeza de una melodía
y el último ensueño de alguna fragancia.

Que todo se muere,
que la vida es triste,
que nunca vendrás por más que te espere,
que ya no me quieres como me quisiste...

no tiene importancia...
y soy razonable;
no puedo pedirte ni amor ni constancia
¡si es mía la culpa de no ser tan variable!

¿Qué valen mis quejas
si no las escuchas,
y qué mis caricias, desde que las dejas
quizás despreciadas porque fueron muchas?

Si esta pena mía
no es más que el ensueño de alguna fragancia,
no es más que la sombra de una melodía...
Ya ves que no tiene ninguna importancia.

Pedro Miguel Obligado (biografía)

Un amor es un amor

Un amor es un amor
si puede derribar paredes.
Un amor es un amor
si hace contigo lo que quiere.

Un amor es un amor
si te han herido justo al medio.
Un amor es un amor
si piensas que ya no hay remedio.

Un amor es un amor
si está rondando la locura
y se vuelve una obsesión
vivir a oscuras, siempre a oscuras.

Un amor es nuestro amor
que puede derribar montañas
tan ardientes como el sol
y claro como el agua clara.

Un amor es nuestro amor
es sueño, es ilusión y es celo,
es entrega y comunión
es la imaginación al vuelo.

Un amor es nuestro amor
como un gran ventanal abierto.
Un amor es nuestro amor
entero, visceral, y es cierto.

Alberto Cortez (biografía)

Vuelo

Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.

Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.

Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.

Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otros como el granizo grave.

Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.

Triste instrumento alegre de vestir: apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.

No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.

Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de batirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.

Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. El cielo se eleva. El aire mueve.


Miguel Hernández (biografía)

Como tinaja

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.



Gioconda Belli (biografía)







Si mis manos pudieran deshojar









Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!




Federico García Lorca

Poema 5

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte

para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Pablo Neruda

Rostro de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostro de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primera de cambio
y de último vagón

tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor

sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos

estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición

mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos

pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada

las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada

ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada.


Mario Benedetti

En la voz de Darío Grandinetti en "El lado oscuro del corazón" - Eliseo Subiela (1992)



Aromas

Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.

Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.

Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.

Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.

Baldomero Fernández Moreno (biografía)





¿No has sentido en la noche...?

¿No has sentido en la noche
cuando reina la sombra,
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?

¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca?
¿Ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?

¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?

Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa,
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.

Gustavo Adolfo Bécquer (biografía)

Si el amor se cae

No es muy claro el cielo
y está cerca este desierto
no hay amor en el diario de hoy
si perdiste la pasión en un remate de dolor
a destiempo va ese corazón.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Siento un cambio adentro que se aproxima
aunque entiendo al que resigna
pero alcanzo al que camina.

Tengo bronca, tengo tiempo
por eso canto, no creo el cuento
resisten vidas, las siento mías... me inspiran.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Los palos, las balas, todo eso que me mata
es la soledad, es el hambre en nuestra casa.
La corrupción es alimento de los dueños
que te mata si pensás y envenena la verdad.

Si el amor se cae, todo alrededor se cae.
Si el amor se cae, todo alrededor se cae.

Los Cafres (biografía)







Te quiero por todas las mujeres que conocí


Te quiero por todas las mujeres que conocí
Te quiero por todos los tiempos que no viví
Por el olor de alta mar
Por el olor de pan caliente
Por la nieve hecha agua para la primera flor
Por el animal puro que no le teme al hombre
Te quiero por querer
Te quiero por todas las mujeres que no quiero.

Te quiero por tu serenidad que no es la mía
Por la salud
Te quiero contra todo lo que es sólo ilusión
Para este corazón inmortal que no tengo
Crees ser la duda sólo eres la razón
Eres ese gran sol que se me sube a la cabeza
Cuando estoy seguro de mí.

Paul Éluard (biografía)









Voces del tiempo

Voces del tiempo
llegan, invaden tu interior
tantos solos
un cuento más ingrato de dolor
para qué fingir
siendo tan difícil estar solo
ya ha llegado el tiempo
la sangre dejará de correr a ríos
vas a salir, vas a encontrar tu voz
nada se logra con tu violencia, ni se logrará
me pierdo en el aire
como lágrima que triste cae al río
si yo me encierro
si no te llamo es que no puedo más
llora la lluvia, se moja el recuerdo y la brisa se llena de ti
vas a salir, vas a encontrar tu voz
perdón, de frente voy
de otra manera no sería yo
la verdad es que el tiempo no nos ha hecho bien
nada iguala lo que quiero yo de ti.

No te va a gustar

Bocas

¿Dónde empieza la boca?
¿en el beso?
¿en el insulto?
¿en el mordisco?
¿en el grito?
¿en el bostezo?

¿en la sonrisa?
¿en la amenaza?
¿en el gemido?

que te quede bien claro
donde acaba tu boca
ahí empieza la mía.



Mario Benedetti

Rabo de nube

Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo
preferiría un rabo de nube
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube
un barredor de tristezas
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.



Silvio Rodríguez

Llevo tu corazón conmigo

Llevo tu corazón conmigo
lo llevo en mi corazón
nunca estoy sin él.
A donde quiera que voy vas tú mi amor.
Y aquello que hago yo sola
es gracias a ti, mi cielo.
No le temo al destino
ya que tú eres mi destino, cariño.
No quiero ningún mundo porque hermosa
tú eres mi mundo, mi bien.
Este es el secreto más profundo que nadie conoce...
Esta es la raíz de la raíz
Y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida
que crece más alto de lo que el alma pueda esperar... o la mente ocultar
Es la maravilla que mantiene las estrellas separadas
Llevo tu corazón
Lo llevo en mi corazón.

Edward Estlin Cummings (biografía)





















Les recomiendo ver la película "En sus zapatos" (2005). En una escena el personajes de Camerón Díaz recita este poema.

Rompecabezas

Y es que fueron, fueron tus abrazos
que como sablazos me hicieron pedazos.
Afiladas fueron tus miradas,
quedé destrozada y en llanto inundada.
Roja y loca la flama de tu boca
me quemó y apagarme me toca.

Empiezo una nueva vida,
un rompecabezas que tendré que armar.
Bien lejos, lejos de su influjo,
de esa cruel fragancia, que invadió mi ser.

De la maleza surgieron tus promesas,
germinando tristeza en mi cabeza.
Tu bajeza, me tomó por sorpresa
para lastimar tienes mucha destreza.
Qué delicia fueron tus caricias,
mala noticia, eran pura malicia.

Empiezo una nueva vida,
un rompecabezas que tendré que armar.
Bien lejos, lejos de su influjo,
de esa extravagancia que torció mi fe.

Ya no quiero ir hacia usted corriendo.
Ya no quiero más gritar su nombre.

Bien lejos, lejos de su influjo
de la casi muerte que fue su querer.

Aterciopelados

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda.

Escuchá el poema en la voz de Omar Cerasuolo:

Toma también mis ojos...



Toma también mis ojos,
la decisión de fecha escurridiza
y llévame a aprender tierra de nadie
o inciertas geografías.

Toma el camino túnel o imán de mi memoria.
Enséñame a mirar senderos, nubes,
nervaduras, metáforas.

El espacio reiterado del deseo
en su mapa de arterias no resuelve
el crucigrama de mi nombre.




Amalia Iglesias Serna





Cielo de un solo color

Cuantas lunas que se van
y nosotros esperando
que despierte el corazón
que parece estar quebrado
Todo el tiempo que pasó
no me aleja de tu lado
Cielo de un solo color
que me sigue enamorando
Hay algo que sigue vivo
nos renueva la ilusión
y en el último suspiro
El momento ya llegó
con los dientes apretados
cielo de un solo color
en el alma está guardado
Vida, que vida pobre
vivirla en este lugar
Qué saben, qué saben ellos
que no le pueden cantar
Hay algo que sigue vivo
nos renueva la ilusión
y en el último suspiro
Ay, celeste regalame un sol.

No te va a gustar

El Espejo de Agua



Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.

Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.

Es un estanque verde en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.

Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.

De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.


Vicente Huidobro (biografía)




Cosa linda

Cosas buenas tiene el hombre
y a veces no las sabe disfrutar
y se amarga por las voces
que le dicen que no puede progresar
y se siente lastimado
por lo poco que le importa a los demás
y se siente defraudado
si no tiene a quien juzgar
cosa linda me trajo la vida
que no necesito más
no le importa si tengo plata o si no
y no deja de cantar
quiere estar en la ventana
y le dice al que sea dejame bailar
que le preste la guitarra
y no sabe la alegría que me da


No te va a gustar

viernes, 12 de marzo de 2010

No por amor

No por amor, no por tristeza,
no por lo nueva soledad:
porque he olvidado ya tus ojos
hoy tengo ganas de llorar.
Se va la vida deshaciendo
y renaciendo sin cesar:
la ola del mar que nos salpica
no sabemos si viene o va.
La mañana teje su manto
que la noche destejerá.
Al corazón nunca le importa
quién se fue sino quién vendrá.
Tú eres mi vida y yo sabía
que eras mi vida de verdad,
pero te fuiste y estoy vivo
y todo empieza una vez más.
Cuando llegaste estaba escrito
entre tus ojos el final.
Hoy he olvidado ya tus ojos
y tengo ganas de llorar.



Antonio Gala

Amor de perros

La vi pasar, tan altanera
La oí cantar, a su manera
Tenía esa luz, en la mirada
Sus piernas cortaban las lenguas del sol

Todo eso fue tan suficiente
Y sin pensar enfrente me cruce
Casi sin vos, mostré los dientes
Y del caribe el perfume llego

Noche de amor, suburbio y luna
Lejos del dueño de tus ojos lejos
Yo no me explico por que estas con el

Porque hay un corazón que se parte
Cuando te vas a ninguna parte
Cuando vos sabes que tu lugar esta aquí
Aquí, junto a mí

Hoy caminabas en cámara lenta
Cuando mordí esa rosa a tus piernas
Y me ignorante en forma tan violenta
Y si me viste fingiste no ver

Porque hay un corazón que se parte.
Noche de amor, suburbio y luna
Porque hay un corazón que se parte.
Sombras en sombras no se dejan ver
Porque hay un corazón que se parte,
lejos del dueño de tus ojos lejos
Porque hay un corazón que se parte.
yo no me explico por qué estás con él.

Los Piojos



Te quiero

Te quiero...
y me mueves el tiempo de mi vida sin horas.

Te quiero
en los arroyos pálidos que viajan en la noche,
y no termina nunca de conducir estrellas a la mar.

Te quiero
en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos
que huyó su nave blanca hasta el agua sin ondas
donde nadaban tristes, tu voz y mi canción.

Te quiero
en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño
en el cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica,
en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose.

Te quiero
(grito de noche blanca...)
en el insomnio reflexivo
de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu.

Te quiero...
Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas,
y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen
desde el punto inocente donde soy yerba y trino.

Julia de Burgos

Lovers Go Home!

Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.

Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.

Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.




Mario Benedetti

Barriletes



Estaciones de desilusión
Barriletes de mi corazón
Divagando sin buena razón
Vuelvo al primer amor
Garabatos de mi anotador
Recordando el tono de tu voz
Evocando tu forma de ser
Una niña en frasco de mujer
Pero cuando sopla el viento sur
Me arrastro hasta tu latitud
Y te busco en el fondo de un bar
O en las calles de cualquier ciudad
Barriletes de desilusión
Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?
Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada más
Pasa el tiempo y te idealizo más
Con tus besos de virginidad
Chocolates en tu delantal
Cruzando el parque Lezama vas
Cómo flota esta sensación
Se parece a ese planeador
Sin embargo todo es ilusión
Un fantasma en plena transición
Y no alcanza la brisa de hoy
A empujarte hasta donde estoy
Se precisa más que un huracán
Una especie de gran aluvión
Dame una esperanza
Decime algo más
¿Por qué te escondiste?
¿Y para dónde irás?
Mandame una carta
Si es que te acordás
De aquellos días
Nuestros nada más
Estaciones de reconstrucción
Barriletes de mi corazón
Enganchados a un poste de luz
Como aquel divino sueño azul
Barriletes de desilusión
Todo cambia y también cambio yo
Me da miedo saber la verdad
Si te encuentro entonces, ¿qué verás?
Barriletes de desilusión
Barriletes de desilusión


Voy hacia ti como una rosa viva

Voy hacia ti como una rosa viva
deshojada en distancias y en esperas...
No lo sabes aún. Y no aceleras
el encuentro en la hora decisiva.

Voy hacia ti con precisión altiva
y antes que yo -oscuras mensajeras
del porvenir- las grises hilanderas
van tejiendo la trama fugitiva.

Estás en mí. Y no eres el culpable:
algo de tu presencia indescifrable
me dilata en las venas el latido

y se estira en mi piel con grave alarde.
Mis pájaros se alargan en la tarde
y todo es tan perfecto, que ya ha sido.

Julia Prilutzky


Me la juego a morir

Vivo por vos, más que por mí.
Por un “te quiero”, me la juego a morir
y no lo puedo decir.
Fui contra un puño con mi nariz
para mi orgullo, otra cicatriz.
Y no lo puedo decir.

Agaché mi cabeza y, me fui con la certeza
de que un hombre puede morir por amor.
Y te queda sonando un malambo en el mate
si alguien te patea, si alguien te patea.

Sin talismán, voy a un mar sin fin
y a ningún lado, si no me dices "sí".
Y no lo puedo decir.
Otro camino, nos queda por seguir,
habrá algo más fuerte que podamos sentir.
Hoy, no te lo puedo decir.

Por un “te quiero” me la juego a morir,
y no lo pude decir.

Gustavo Cordera.

Mi aliento

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Nunca dije ser perfecto
hoy no te bancás ni mi más mínimo defecto.

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Hay lugares en los que
realmente no quiero estar.
Hay momentos que
realmente no quiero vivir.

Tu suavidad es mi aliento,
hoy dolor es lo que siento.
Siempre quise ser perfecto
hoy sé que ese es mi mayor defecto.


Los Cafres

Por saber tuyo el vaso en que bebías

Por saber tuyo el vaso en que bebías,
una tarde de junio lo rompiste.
Bebió la tierra el agua, limpia y triste,
y ahora tienes la sed que no tenías.

Quizá otra vez vendrán tus buenos días
y bebas sin mirar, como bebiste.
O quizá el vaso en el que te ofreciste
otras manos lo quiebren, no las mías.

Igual que el que de noche se despierta
y busca cerca el agua preparada,
te buscó a tí mi voz y no escuchaste.

Pon a tu corazón desde hoy alerta:
no nieguen a tu sed enamorada
el mismo sorbo aquel que derramaste.




Antonio Gala (biografía)




Vivir

Lleva el placer al dolor
y el dolor lleva al placer;
¡vivir no es más que correr
eternamente alrededor
de la esfinge del amor!

Esfinge de forma rara
que no deja ver la cara...;
mas yo la he visto en secreto,
y es la esfinge un esqueleto
y el amor en muerte para.




Ángel Ganivet (biografía)


Vivir sin aire

Cómo quisiera poder vivir sin aire
Cómo quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría quererte un poco menos.
Cómo quisiera poder vivir sin ti

Pero no puedo, siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.

Cómo quisiera poder vivir sin aire
Cómo quisiera calmar mi aflicción
Cómo quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría robar tu corazón.

¿Cómo pudiera un pez nadar sin agua?
¿Cómo pudiera un ave volar sin alas?
¿Cómo pudiera la flor crecer sin tierra?
Cómo quisiera poder vivir sin ti.

Pero no puedo, siento que muero,
me estoy ahogando sin tu amor.

Cómo quisiera...

Cómo quisiera lanzarte al olvido
Cómo quisiera guardarte en un cajón
Cómo quisiera borrarte de un soplido
Me encantaría matar esta canción.

Niña Pastori


En mi habitación tejo el viento


En mi habitación tejo el viento.
Ignoro si son remotas mis lágrimas
o si están guardadas al lado de amarillas fotografías,
junto a dedales y agujas que sollozaron.

Cavilo uniendo las puntas de la aguja con la lana.
Desatiendo la espera.
Tejo y olvido.

De pronto pierdo el punto
y un agujero se deshace sobre el sillón
y mis manos.
Quedo entrelazada toda
en un ovillo de amor y lumbre.

No sé
si tejo para esperarte
o si trazo en círculos
el viento
y mi mortaja.




Mia Gallegos




Pintura Van Gogh - Room at Arles, 1889

Tengo la boca amarga

Tengo la boca amarga y no he mordido;
el alma, atroz, y la canción, tronchada.
No sé qué fuerza traigo en la mirada,
ni qué traigo en mi cuello, de vencido.

No sé ni cómo ni por qué he venido.
Esto es todo: llegué; no sé más nada.
No me importa el quehacer ni la jornada,
y me da igual herir que ser herido.

La sangre, a punto, se impacienta y arde
por inundar la alcoba a la que vine,
donde fui tan feliz que fui cobarde.

Sólo pido al amor que no se obstine.
Me sentaré a su orilla cualquier tarde
para que alguien, de paso, me termine.




Antonio Gala

Difícil

El heredero al trono ruso
tiene hemofilia Rasputín
aparece para curarlo
un gran pez.
Y Plaza constitución
peleando los puestos de pié
apago la televisión,
adivinen qué pienso.

Es tan difícil olvidar tu sensación
como tu piel, nena no hay como tu olor
es tan difícil, todo vuelve a empezar
sólo te pido nena otra oportunidad.
Y voy besando tu recuerdo en el dolor
y vas buscando una sonrisa alrededor
nada tiene sentido nada para mí,
no, no me interesa nena, si no estás aquí.

Y camino en el dolor,
anestesiado y sin razón.

Es tan difícil olvidar tu sensación
estoy llorando como un chico en un rincón
desesperado quiero abrazarte otra vez,
quiero contarte todo lo que habrá después.

Nada para hacer
solo,
nada para hacer
solo
nada para hacer
si no estas, si no estas acá

Una ilusión,
se necesita siempre una ilusión.
Una pasión,
se necesita siempre una pasión.


Los Piojos

Escucha el poema cantado:





Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo

Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo
quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro.
Una vez será tarde.
Yo presiento
esa herida que avanza,
ese cierto dolor de no querernos.
Cómo decirte ahora:
mírame aún, así, trata de verme
como soy, duramente.
Con mi ternura. Claro, y mis tormentas.
Cómo decirte: sálvalo, si quieres
y cuídalo. Se te ha ido de las manos,
se me va de la sangre y no regresa.
Cómo decirte que te quiero menos
y que quiero quererte como entonces.
Y que entiendas
y no te encierres más.
Y me dejes creer en ti, de nuevo.
Cómo decirte nada.
Un día será tarde. Tarde y lejos.




Julia Prilutzky

Vuelvo a la noche




De pronto vuelvo
a la noche
con mis zapatos de agua.

Me desnudo
en el lento
ejercicio de mis manos
y busco
solamente
un objeto mío,
un pequeño barco,
un cometa,
un circo de inventadas cosas,
figuras cotidianas,
tuyas y mías,
que amo.

Pero sé
que de pronto
me vuelvo inaccesible
y vuelvo a ser silencio
y llama oscura,
donde mi barco
se escapa de tu orilla.






Mia Gallegos (biografía)








Me gusta como eres

Como una barca de papel que cuando se moja se hunde,
como una manzana que al morder la cabeza me confunde,
como una veleta que se mueve y al viento no obedece,
me gusta como eres.

Como una balanza que mide el tiempo, la soledad y el silencio,
como un agujero en el cielo por donde se van los sueños,
como esa cesta que tanto cuesta llenar y que se vacía al momento,
me gusta como eres.

Como una herida en el corazón que no me duele,
me gusta como eres.
Como una ventana que al cerrar deja correr el aire,
una niña, una madre, una mujer en mi vida.

Como una nube cargada de agua que moja la tierra seca,
como la manta que me protege cuando el invierno llega,
como la vela que se prende y me rescata de la oscuridad,
me gusta como eres.

Como esa calle que siempre me lleva a ese sitio al que quiero llegar,
como ese bar en la carretera en el que me paro a descansar,
como la península sin bandera en la que me siento libre,
me gusta como eres.




Jarabe de Palo


Dulca compañía

Hoy sólo quiero silencio
no quiero nada cambiar,
quiero quedarme tranquila
y saborear esta paz.

Tengo un momento de calma
siento el peso ceder
de esta vida enredada
la deshizo y el porque.

Nada que venga de afuera
me puede hacer mas feliz,
como sentir tu mirada
tranquila sobre mi.

eres dulce compañía, y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves
eres dulce compañía y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves

quiero quedarme sentada
ver tu silueta volver
quiero enredarme en tus manos y sentir tu piel
no puedo explicarlo
como es que pudiste entrar
mi corazón cansado, no quería ya dar más

nada que venga de afuera
me puede hacer mas feliz,
solo sentir tu mirada
tranquila sobre mi

me siento florecer

eres dulce compañía, y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tu me ves
eres dulce compañía y mi alma tiene sed
me siento resucitada cuando tú me ves

eres dulce compañía.

Julieta Venegas